Los primeros dos temas continuarán mañana con reuniones y exposiciones de invitados. Se esperan definiciones en las próximas semanas. En tanto, el proyecto que sube los márgenes de preferencia para empresas locales en las licitaciones públicas buscará ser despachado por el oficialismo
La Cámara de Diputados continuará mañana con el debate de tres proyectos que sacaron a la Cámara baja de la lentitud a la hora de trabajar pero que, al mismo tiempo, rompieron los casi nulos puentes que quedaban entre oficialismo y oposición. Las tres iniciativas en cuestión son la Boleta Única de Papel, la reforma del Consejo de la Magistratura y el nuevo “Compre Argentino”.
Para la Boleta Única de Papel, que es empujada -por ahora- de manera sólida por al menos 130 legisladores de diferentes sectores de la oposición, un plenario de comisiones recibirá a nuevos expositores y se espera un dictamen de cara al 31 de mayo próximo.
Una de las críticas dentro del antikirchnerismo es la demora en preparar con anticipación un predictamen unificado entre las fuerzas que pretenden el cambio electoral. Eso fue aprovechado por el oficialismo, que intentó -con poco éxito y muchos voceros extraoficiales- denostar la idea y quejarse por el tamaño de eventuales boletas. Incluso, disertantes alabaron el sistema actual y obviaron las denuncias desde diferentes partes del país que ocurren cada dos años, tanto a nivel nacional como provincial y municipal.
En las últimas horas, algunos legisladores opositores se despertaron de la siesta y empezaron a diagramar un intento de texto conjunto que tomará, como base modelo a seguir, la boleta que se utiliza en Córdoba. Es decir, todos los candidatos y fuerzas en un mismo papel, entre otras cuestiones.
Como respuesta al emplazamiento logrado en el recinto para discutir este tema, el kirchnerismo activó en otro plenario la modificación de la integración del Consejo de la Magistratura, iniciativa aprobada por el cristinismo y aliados usuales en el Senado.
El proyecto, que eleva la integración a 17 y crea cuatro regiones federales, deja fuera del funcionamiento a la Corte Suprema de Justicia, finalidad principal del cristinismo. Es importante en este tema la postura del interbloque federal, en especial, de Graciela Camaño.
Desde el Frente de Todos sí quieren, tras varias reuniones, dictaminar mañana el nuevo “Compre Argentino”, que sube aún más los márgenes de preferencia para empresas locales en las licitaciones públicas. Juntos por el Cambio rechaza un potencial aumento de burocracia y no se conforma con la quita -en el articulado- de considerar al PAMI como sujeto involucrado en el sistema. La comisión encargada de analizar todo esto es la de Industria, que comanda el legislador oficialista Marcelo Casaretto (Entre Ríos).
El régimen actual contempla márgenes, para bienes de origen nacional, de 15% a favor de MiPyMEs y 8% en grandes empresas. En competencia con bienes no nacionales, para bienes con menor grado de integración, hay desde un 1% hasta un máximo de 8%.
Con el texto en cuestión se intentará que las MiPyMEs pasen del 15% al 20%, mientras que para el resto se subirá del 8% al 15%. Para el caso de competencia con bienes no nacionales, se eleva el margen de preferencia de 1,5% hasta un máximo de 12%.
Por otra parte, la iniciativa del Ejecutivo establece un margen adicional de 3% para empresas con composición mayoritaria de mujeres u otras identidades no binarias (en capital social y puestos jerárquicos y en el plantel general de la misma), según un informe que fue enviado a los diputados del oficialismo.
Otras finalidades del proyecto hablan de “garantizar el acceso a la información para fortalecer el cumplimiento del régimen y planificar la promoción de la provisión local”, “mejorar las condiciones financieras para favorecer el acceso de la industria local a las compras públicas”, “promover la articulación entre oferentes locales y organismos contratantes”, “fortalecer el plan de desarrollo de proveedores nacionales”, y “crear incentivos a la contratación de bienes y servicios para el desarrollo de productos innovadores”.
Por otra parte, se espera que el silencioso Senado defina en las próximas horas los pasos a seguir con las discusiones sobre la Corte Suprema y otros proyectos del cristinismo, todos paralelos y alejados a la agenda del Gobierno.